Me tiro al agua con una técnica buena, o eso creo yo, primeros 200 metros buenos, pero la falta de forma y fondo de esta disciplina, a parte de hacerte perder el ritmo, te obliga a nadar de una forma fea y a gastar mucha energía para poco desplazamiento.
Es curioso pero me siento bien nadando, noto como me desplazo, siento como el agua pasa por los dos lados de mi cuerpo para ser batida con mis dos pies, con la punta de los dedos de mis dos pies. Es curioso digo porque la mayoría de la gente que conozco le gustaría hacer un triatlon, pero la natación les quita las intenciones y no me extraña, no por la distancia, si no por el momento mas tenso del tri, cuando suena la bocina y 200, 500, 600 o mas personas se tiran al agua todas juntas, en ese momentos una de dos, o te lanzas a la batalla campal de golpes o te esperas a que amaine y luego nadas a tu ritmo, opción esta que todos elegimos la primera vez. Y luego esta el primer día de entrenamiento, ese día que por muy en forma que estés, nadas a media agua, es decir, hundido, no pasan los metros y para colmo, la espiración te hace hiper-ventilarte y a los 50 metros paras con un colocon importante, ¡SE TERMINO, MEJOR INTENTO UN DUATLON!
Resumiendo, nada de nada, nadar me da alas, quizás con el tiempo, cuando me canse de la bici, cosa que tardará, me dedicare a nadar, a nadar distancia, a nadar en alguna compe en aguas abiertas, a nadar en exclusiva (bueno no tanto) a entrenar natación en serio, nadare nadare y el estrecho cruzaré (para esto hay que ahorrar), quizás algún día.
Y para escuchar.......
Es mas bonito el de Amalia Rodrigues, sola con una guitarra Portuguesa, pero este impresiona mas.....
Corres.... porque puedes. Porque podemos disfrutar del placer de sufrir porque nos da la gana, porque te hace sentir bien y no hay más. Seguro que si busdas filosofadas puedes buscar todas las razones que puedas imaginar, pero la fundamental es que podemos hacerlo.
ResponderEliminarY lo de nadar, juer, vaya envidia. Yo meto miles y miles de metros y sólo a veces disfruto de esa sensación de deslizar a gusto (aunque puede que sólo sea una sensación y la velocidad sea la misma de siempre, jeje), pero en cualquier caso ya me he acostumbrado a nadar y nadar sin problemas ni dificultades. En verano ya sabes la "competición" de aguas abiertas que tienes más a mano: se llama "Travesía mi-riobrigense", jeje.
Ale otro bloguero más.
Ahí va... pues no sabía que te habías subido al carro. Bienvenido,. Correr se aprende,antes o después se te hace el cuerpo. Nadador ya eres y a eso sí que no hay manera de aprender a estas alturas. Eres afortunado.
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